Los paisajes de aprendizaje son una herramienta muy interesante para fomentar la personalización y la atención a la diversidad del alumnado. Tienen en cuenta las inteligencias múltiples y la Taxonomía de Bloom, y consisten en una representación visual de una materia o de parte de ella. La creación de estos escenarios permite a los estudiantes introducirse en mundos simbólicos. Todo ello aumenta su autonomía, su motivación y su imaginación.